Fermín Martínez vive en el barrio del Poble Sec, en Barcelona, desde hace años. Pero desde un tiempo a aquí ha tratado de evitar, en según qué momentos, la plaza de las Navas, ya que hay un grupo de hombres que lo agreden cuando lo ven, «por tener mi pluma gay que es maravillosa, y por vestir como visto».
Esta situación siguió así hasta que el chico decidió decir basta, y volver a transitar por la plaza. Asegura que últimamente lo habían dejado tranquilo, pero que durante la madrugada del sábado pasado, los ocho agresores decidieron atacarle a él y a otros dos amigos que le acompañaban.
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«Se volvieron locos, empezaron a insultarme», cuenta, aunque decidió plantarles cara. «Me enfrenté a ellos y dije: Ya basta. ¿De qué me vas a insultar tú a mí? ¿Por qué?«, les dijo. «Me enfrenté hasta el final. Nos terminaron pegando, vamos», asegura, mientras muestra las heridas que le causaron en la cadera, manos, brazos y rodillas.
El joven decidió acudir a urgencias y de ahí a comisaría a presentar una denuncia. «Después volví a la plaza, al mismo lugar, para ver si estaban Y estaban allí, pero empezaron a correr«, relata Fermín, quien finaliza el relato con un motivador discurso empoderante.
«Visto como me da la gana y soy imparable. Esto lo que hace es que yo me venga más arriba. Si visto así y les jode, lo voy a multiplicar por mil. Sé quienes son y no lo van a hacer más. Esa es mi intención, es lo que quiero, que pueda pasar todo el mundo por esa plaza maravillosa. A ver si nos juntamos todos un poco más y no permitimos estas cosas», finaliza el chico.
