A la espera de se entre en razón y se elimine de una vez las ya desfasadas y fuera de lugar fiestas que requieren del sufrimiento de los toros para el disfrute del público, otro espantoso caso ha tenido lugar en San Juan de Coria, Cáceres.
PACMA ha denunciado la muerte de Escribano, un toro abatido de un disparo frente al público en la Plaza de España de la localidad tras horas de persecusión y mareos por las calles del pueblo.
El partido animalista denuncia que el Reglamento de Festejos Taurinos Populares de Extremadura prohíbe específicamente la ejecución en público de los animales: «Se les dará muerte inmediatamente sin presencia de público en los establecimientos o instalaciones habilitadas para ello», al contrario de la realidad, donde asesinaron al animal con un arma de fuego en medio de la vía pública y frente al público.
Desde el grupo denuncian además que la Guardia Civil prohibió documentar la muerte del toro, infringiendo el artículo 20 de la constitución Española sobre la libertad de información.