China no permitirá la entrada de extranjeros al país a partir del sábado, aunque tengan permiso de residencia en vigor y visados, como medida desesperada para frenar la expansión del coronavirus, según ha informado este jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores.
«En vista de la rápida propagación de la Covid-19 en todo el mundo, China suspenderá temporalmente la entrada en el país de ciudadanos extranjeros con visas o permisos de residencia válidos en el momento de este anuncio. La medida entra en vigor en la medianoche del 28 de marzo«, informa el comunicado.
El documento añade que China «se ha visto obligada» a tomar esta decisión «a tenor de la situación del brote y las prácticas de otros países», con el fin de frenar los casos «importados» de coronavirus, que no dejan de aumentar en el país asiático.
«China se mantendrá en estrecho contacto con todas las partes y manejará adecuadamente los intercambios de personal con el resto del mundo en circunstancias especiales. Las medidas se calibrarán a la luz de la evolución de la situación y se anunciarán en consecuencia», continúa el comunicado.
Se realizarán contadas excepciones, como los extranjeros que formen parte del personal diplomático o titulares de visas «C», otorgadas al personal de servicios del transporte internacional.
De igual forma, «los ciudadanos extranjeros que deban viajar a China para participar en actividades económicas, comerciales, científicas o tecnológicas necesarias» deberán solicitar visados en las embajadas chinas.
Por otro lado, a partir del 29 de marzo, las aerolíneas del país sólo podrán realizar un único vuelo semanal a cada país extranjero al que viajen, mientras que las empresas de aviación extranjeras solo podrán llegar a China con un vuelo semanal, según la Administración de Aviación Civil de China (CAAC).
A pesar de no existir nuevos contagios locales, los casos «importados», procedentes de extranjeros de otros focos de la pandemia, alcanzaron ayer los 67, un nuevo récord diario, y los 541 totales.