Donald Trump, presidente de EE.UU, sabía desde febrero que el coronavirus era una enfermedad muy grave que podría causar grandes estragos en su país, pero decidió minimizar aposta la gravedad para no «crear pánico».
Así lo denuncia el periodista Bob Woodward en su nuevo libro ‘Rage’, donde constan las 18 entrevistas que hizo a Trump para su libro, y afirma que el propio presidente fue quien le admitió el 19 de marzo que estaba restando importancia deliberadamente al peligro del coronavirus.
«Siempre he querido restarle importancia, todavía me gusta restarle importancia, porque no quiero crear pánico», aseguró Trump al periodista, el mismo que ayudó a destapar el Watergate en 1970.
Fue el The Washington Post quien tuvo acceso previo al libro y ha contrastado esta información, además de publicar en el medio grabaciones de las partes más destacadas de las entrevistas.
En el libro se revela que el 28 de enero, el asesor de seguridad de Trump Robert O’Brien, le advirtió de que el COVID-19 iba a ser «la mayor amenaza de seguridad nacional» que enfrentaría en toda su Presidencia.
Apenas diez días después, Trump habló con Woodward y admitió que creía que la situación era mucho más grave de lo que había admitido en público. «Esto se transmite respirando el aire […] así que es muy complicado, es muy delicado. Es más mortal que la gripe más ardua», le confesó.
En ese mismo momento, Trump aseguraba en público que el virus no era peor que la gripe estacional y que «desaparecería» algún día.