Yves Betossa, fiscal suizo encargado de las investigaciones de las presuntas corrupciones de Juan Carlos I, investiga ahora una transferencia de 3,5 millones de euros desde la cuenta en suiza a nombre de la Fundación Lucum, y rastrea si el dinero terminó en otras cuentas con titulares desconocidos.
Hasta el momento, se sabe que de los 65 millones que Juan Carlos I recibió en 2012 bajo su firma, 39 de ellos se transfirieron a una cuenta de Corinna Larsen, y en un tercer salto contable, 11 de ellos fueron para la antigua amiga del rey pero a sus cuentas en el Reino Unido.
Ahora, según adelanta El País, se investiga por qué antes del cierre de la cuenta de Juan Carlos I se realizó una transferencia de 3,5 millones de euros a una cuenta de la sociedad Dolphin de Canónica, su abogado, en un banco suizo.
Betossa le preguntó a Larsen en su interrogatorio sobre esta transferencia de 3,5 millones a Canónica, y esta respondió: «ignoro si una parte de los haberes de la fundación Lucum (de Juan Carlos I) han sido transferidos a cualquier otro. Me informáis de que 3,5 millones han sido transferidos en favor del señor Canónica… Yo no he sido informada de eso».
Tanto Canónica como Fasana cobraban sus retribuciones directamente desde la cuenta de Lucum, por gestionar la fundación y por administrar los activos. En los movimientos de la cuenta aparecen los conceptos y cantidades que cobraron ambos por sus servicios, pero esto no es objeto de la investigación suiza.
