Numerosos expertos han señalado que el Metro de Madrid puede suponer un rebrote de coronavirus, dada la gran afluencia de viajeros y la falta de medidas de prevención tomadas por el Gobierno regional.
Esta inoperancia es difícil de entender teniendo en cuenta que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado duramente al Gobierno central por el protocolo adoptado para realizar controles a los viajeros en el aeropuerto de Barajas. En palabras de la dirigente del PP, el Ejecutivo «se está quedando muy corto y y lo vamos a lamentar».
Fuentes del Gobierno de Ayuso han explicado esta falta de prevención en el transporte público madrileño asegurando que «los viajeros de Barajas vienen desde fuera de España, de algunos países con brotes virulentos», mientras que «en el Metro viajamos los madrileños» y «en la región los contagios son muy bajos».
Por otra parte, estas fuentes atribuyen la competencia del Metro a la Consejería de Transportes, dirigida por Ángel Garrido (Cs). A su vez, estos afirman que «tras el fin del estado de alarma, Metro despliega el 100% de su oferta en hora punta para garantizar precisamente los nuevos parámetros de seguridad, pese a que el número de viajeros es todavía un 53% inferior a lo que había los mismos días del año anterior». Además, añaden que «actualmente, por orden del Ministerio de Sanidad, se pueden utilizar todos los asientos» y que «se ha establecido una ocupación máxima de los trenes de tres persona por metro cuadrado».
El Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid (SCMM) se suma a las críticas acusando a Metro y a Garrido de «mentir en sus promesas» y no tener «un plan ante las aglomeraciones».
«Este verano la peligrosidad por el coronavirus aumenta ya que no hay opción. No podemos ver esas aglomeraciones como todos los años, no puede haber falta de trenes ni de maquinistas, los usuarios deben mantener las distancias de seguridad para prevenir los contagios y un nuevo rebrote. Sin embargo, Metro de Madrid no tiene un plan. Su plan es el mismo que el de todos los años, ignorar a los usuarios y a los trabajadores para capear el temporal sin salir demasiado perjudicados», argumentan desde el sindicato.