La gran esperanza que suscitó la posible aprobación contra el alzhéimer ha chocado contra la opinión de los científicos independientes a disposición del Gobierno de los Estados Unidos, a quienes se les pidió un estudio del fármaco antes de que pasara a la agencia de medicamentos estadounidenses.
Tras más de siete horas de debate sobre el tratamiento Aducanumab, 10 de los 11 científicos seleccionados para la evaluación han votado en contra de su aprobación, asegurando que las pruebas aportadas sobre su efectividad no son suficientes para demostrar que su uso implica una mejora de la capacidad cognitiva de los pacientes, capaz de retrasar la enfermedad. El voto restante se posicionó como «incierto».
«Creo que el tratamiento del alzhéimer es una necesidad enorme, urgente y pendiente. También creo que si aprobamos algo en lo que los datos no son sólidos, corremos el riesgo de retrasar durante muchos años los tratamientos buenos y eficaces», dijo en su evaluación Joel Perlmutter, miembro del comité independiente.
Esta votación no es vinculante, pero sí es un varapalo para Biogen, la farmacéutica detrás del fármaco. La empresa podría ahora continuar con el estudio hasta dar con mejores pruebas, aunque hasta el momento, los mejores resultados hablan de una mejora del 20% en pacientes en primera fase de la enfermedad, con un tratamiento que valdría unos 50.000 dólares al año.
Según explican desde el New York Times, el Aducanumab solo dio buenos resultados en uno de los dos ensayos clínicos a gran escala. El veredicto final tardará meses en llegar, esperándose a principios de marzo. Si se la agencia lo aprueba, será el primer fármaco aprobado contra el alzhéimer.