Iberdrola, la primera eléctrica española, tuvo a sueldo al comisario Villarejo desde 2004 hasta 2017, acudiendo al policía de forma recurrente para que investigara en secreto a empresas contrarias y maniobrara para desbloquear proyectos millonarios.
Tal y como adelantan El Confidencial en conjunto con Moncloa.com, quienes han podido obtener grabaciones y documentos del caso donde se prueban los servicios del comisario para la eléctrica. Entre ellos, se encuentra el conocido como «proyecto Arrow», donde el comisario rastreó llamadas, realizó informes sobre la vida privada del juez, se infiltró entre los grupos ecologistas contrarios a la instalación de una central de ciclo combinado en Arcos de la Frontero, e incluyó labores de información con políticos locales y gestiones para controlar la orientación de los medios locales.
Los informes sobre el juez incluían información sobre su situacion familiar, afinidad ideológica y sobre su vida personal. «Ubicado ideológicamente en la izquierda, con situación política muy cercana a IU», «su elección no ha sido casual, de hecho en la misma han pesado dos factores: su trayectoria doctrinal, en la que manifiesta una acusada tendencia a tomar posiciones en contra de las grandes empresas, y a favor de los sindicatos y otras asociaciones populares».
La cabeza encargada de formalizar el encargo al comisario y que supervisó todo el proceso fue el todavía a día de hoy responsable de Seguridad de Iberdrola. La empresa, preguntada por este asunto, no ha querido ofrecer comentarios.
