«Frente de la Libertad» fue el nombre dado la alianza ultraderechista que fue sellada este lunes en Roma por Matteo Salvini y Marine Le Pen. Su objetivo: «salvar» Europa de los malvados burócratas de Bruselas y las supuestas oleadas de inmigrantes que vienen a destruirla. Hablaban de «la revolución del sentido común que está recorriendo inevitablemente toda Europa y más allá.» Con este más allá se referían a su afinidad con el candidato de extrema derecha a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro.
Creen que la burocracia de la Unión Europea ha sido un fracaso. «Si tienes gripe y el médico te da la misma medicina y cinco años después la gripe es más fuerte, debes cambiar de médico o de medicina», decía Salvini. Este y Le Pen explicaban el nuevo auge del fascismo como una reacción a la «vieja derecha» que ha «traicionado sus valores.» A esta derecha solo le interesa, dicen, una «inmigración ilimitada porque necesitan nuevos esclavos para las industrias europeas.» El sueño de este Frente de la Libertad es crear «una comunidad» (no unión) europea, que «reconozca las libertades de los distintos países». Quieren una Europa donde cada país pueda reforzar sus fronteras exteriores y elegir la «política de disuasión» que prefiera.
