Tirarse desde el balcón de un edificio a la piscina puede sonar a locura. Y lo es. Pero el ‘balconing’, lo que comenzó como un reto absurdo, parece estar ganando adeptos, contra toda lógica.
Tanto es así que se ha abierto una irónica campaña en Change.org para convertirlo en deporte olímpico. “El ‘balconing’ no solo ha puesto a Magaluf en el mapa mundial de los deportes de riesgo sino que también es un eficaz catalizador de la selección natural. Cada año, un puñado de turistas borrachos optan por eliminar sus genes de la carrera evolutiva, permitiendo así que los más aptos -los menos estúpidos, en este caso- ocupen su nicho biológico. La solución al ‘balconing’ es más ‘balconing‘”, reza la campaña.
La petición solicita al Comité Olímpico Internacional «que incluya la disciplina del ‘balconing’ como deporte olímpico en los próximos Juegos de Tokio 2020, donde los espectadores nipones podrán deleitarse con las cabriolas, parálisis permanentes y decesos prematuros de los saltadores británicos, pioneros y verdaderos ases de este deporte”.
La propuesta ya cuenta con 135 firmas recogidas en un día.